Quizá seas una de tantas personas con problemas de espalda que encuentran alivio en el uso de fajas lumbares. De hecho, los médicos suelen recomendar el uso temporal de este tipo de artículo ortopédico en aquellos casos de fases agudas de dolor de espalda, sobre todo espalda lumbar. Sin embargo, antes y durante su uso, debes tener en cuenta algunas consideraciones importantes, para no abusar de ellas. No te expongas a riesgos innecesarios y mantén la salud de tu columna. ¿Qué es una faja lumbar? La faja lumbar es una prenda interior elástica que, de un modo similar a los corsés, ciñe la zona lumbar de la espalda a través de la compresión. Es un tipo de producto que se encuentra habitualmente en farmacias y ortopedias. Como decíamos anteriormente, los médicos suelen recomendar su uso en los casos más serios de dolor agudo de la espalda baja. En estos casos, parte de la musculatura de la espalda se encuentra atrofiada a causa de una contractura. Esta contractura disminuye la capacidad de los músculos de soportar equilibradamente el peso del cuerpo y de mantener la posición natural de la columna vertebral. Consecuencia de este desequilibrio, se produce una sobrecarga de parte de la musculatura de la espalda, que acaba empeorando el dolor lumbar. El uso de una faja lumbar permite que la musculatura afectada no realice su esfuerzo de sujeción normal, lo que alivia el dolor de forma casi inmediata. Riesgos y contraindicaciones Las fajas lumbares pueden ser útiles como parte de un tratamiento para aliviar un episodio de dolor agudo lumbar, ya que proporcionan sujeción y estabilidad a la zona lumbar. Sin embargo, su uso prolongado puede convertirse en un riesgo. Debido al efecto de la faja, la musculatura responsable de la sujeción de la columna deja de hacer su trabajo, y se atrofia aún más, generando mayor debilidad en la zona lumbar. Además puede dar lugar a otro tipo de efectos colaterales como afecciones de la piel, debido a la fricción o al calor que generan, problemas digestivos o de circulación sanguínea. Por estas razones, si bien la faja lumbar puede ser útil para aliviar el dolor lumbar durante los primeros días, debe retirarse lo antes posible para evitar la pérdida de tono muscular de la columna y otro tipo de consecuencias molestas. Su uso debe ser temporal, y siempre y cuando no se sufran de otro tipo de afecciones que puedan verse agravadas por su utilización. Usos alternativos de la faja La evidencia científica disponible solo aconseja el uso de corsés o cinturones lumbares en episodios de dolor agudo. Sin embargo, también pueden utilizarse en casos de: • Personas que no sufren problemas de columna, pero que de forma puntual han de realizar un esfuerzo excesivo para su espalda, como levantar una gran cantidad de peso. • En ancianos con dolor agudo o crónico, en los que la falta de musculatura les impide realizar vida normal. • En casos de escoliosis progresiva en niños o adolescentes en crecimiento, en los que el ejercicio no resulta suficiente para detener el progreso de la curvatura de su espalda. En cualquier caso, cuanto menos tiempo se use la faja mejor. Es mejor usarla sólo en aquellas circunstancias que supongan un mayor riesgo para la espalda, pero siempre durante pocos días. Lo que si ha quedado demostrado una y otra vez, por diversos estudios, es la importancia de contar con una faja muscular abdominal fuerte, que de soporte a la musculatura de tu espalda. Al mejorar la capacidad de los músculos que estabilizan la columna se reducen significativamente los dolores lumbares y los episodios de dolor.