Según decía el propio Joseph Pilates: “En diez sesiones notarás la diferencia y en treinta te cambiará el cuerpo”. Y es que quienes lo practican con regularidad aseguran que con este método se consiguen notables e importantes mejoras en el tono muscular. Pero éste no sería el único beneficio del método Pilates, ya que sus seguidores destacan, entre otros, los siguientes puntos positivos: Aporta vitalidad y fuerza. Mayor flexibilidad, destreza, agilidad y coordinación de los movimientos. Figura más estilizada. Corrección de hábitos posturales perjudiciales y reducción de los dolores de espalda. Mejor autoconocimiento del cuerpo. Prevención y rehabilitación de lesiones musculares. Mejoras en los sistemas sanguíneo y linfático. Reducción del nivel de estrés y de las tensiones a través del control de la respiración y de la concentración. Pero no todo son ventajas. Como todo, el Pilates también tiene sus detractores y entre los argumentos más utilizados por quienes critican este método se encuentra el hecho de que los ejercicios no hayan evolucionado desde su creación por Joseph Pilates. Según afirman, el desarrollo de disciplinas tales como la fisioterapia hace que sea necesaria una revisión y modificación de ciertos ejercicios. También critican el hecho de que los ejercicios de Pilates no distan mucho de los que se realizan en fitness, y que si la práctica de la ‘contrología’ está tan extendida se debe a que gira en torno a ella una campaña de marketing, haciendo referencia a los personajes famosos que la practican y al hecho de que se asocie a personas con un status económico elevado.