El músculo, la unión neuromuscular (donde se junta el nervio con el músculo), el nervio periférico (en brazos, piernas, cuello y cara), La motoneurona espinal (células nerviosas que controlan la acción de los músculos). Su aparición puede producirse en cualquier etapa de la vida, tanto en el nacimiento como en la adolescencia o en la edad adulta. Se encuentran dentro del grupo de las denominadas enfermedades raras. En cifras globales, existen más de 50.000 afectados por ENM en toda España.
Las causas de las enfermedades neuromusculares son muy diferentes. Incluso, en muchas enfermedades, no se conoce aún el origen pero se investiga activamente para determinarlo. Las enfermedades neuromusculares pueden clasificarse según su causa u origen en dos tipos: genéticas y adquiridas.
TIPOS DE ENFERMEDADES NEUROMUSCULARES No existe un único criterio a la hora de clasificar las enfermedades neuromusculares ya que puede hacerse desde el punto de vista fisiopatológico, clínico o bien dar prioridad a otros conceptos como la forma de transmisión hereditaria. Actualmente tiene interés la clasificación basada en la biología molecular, lo que permite la creación de nuevos subtipos dentro de un mismo conjunto de síntomas. La clasificación de las enfermedades neuromusculares va cambiando a medida que se conocen nuevos hallazgos sobre las causas de cada una de ellas. Por lo tanto, esta categorización puede variar con los nuevos avances biomédicos. Los principales tipos de enfermedades neuromusculares son: Distrofias musculares Miopatías distales Miopatías congénitas Distrofia miotónica de Steinert Miotonías congénitas Parálisis peródicas familiares Enfermedades musculares inflamatorias Miositis osificante progresiva Miopatías metabólicas Enfermedades de la unión neuromuscular Amiotrofias espinales Las enfermedades neuromusculares son enfermedades genéticas que se caracterizan por la pérdida muscular progresiva. Son enfermedades crónicas, degenerativas, que generan gran discapacidad, pérdida de la autonomía personal y numerosas cargas psicosociales. Todavía no disponen de tratamientos efectivos, ni curación. El único tratamiento capaz de mejorar la calidad de vida e incluso prolongarla, es la rehabilitación especializada, continua y personalizada, ya que previene las complicaciones de la enfermedad, facilitando mayor elasticidad a articulaciones y músculos, controlando las deformidades articulares y realizando un control estricto del trastorno respiratorio con la fisioterapia respiratoria en fases precoces.