La espondilitis aquilosante o espondiloartritis anquilosante es una enfermedad crónica de tipo reumático que afecta principalmente a la columna vertebral. También se conoce como: Espondilitis anquilosante, espondiloartritis, espondilitis anquilopoyética, espondilitis reumatoidea, espondiloartropatía. ¿Qué es la espondilitis anquilosante o espondiloartritis? La espondilitis aquilosante o espondiloartritis anquilosante es una enfermedad crónica de tipo reumático que afecta principalmente a la columna vertebral, cadera y rodillas aunque puede afectar a otras articulaciones, tendones y ligamentos. Esta enfermedad causa inflamación en las articulaciones de la columna vertebral y sacroilíaca. Generalmente se manifiesta con dolor en la zona lumbar pero en casos más graves puede afectar a las articulaciones periféricas (codos, rodillas, muñecas…) Se trata de una enfermedad que empeora con el reposo, de ahí que el dolor se incremente por la noche. Ocurre cuando se produce un proceso inflamatorio alrededor de la articulación de las vértebras y zona de fijación de ligamentos y el hueso afectado se erosiona. Cuando se reduce la inflamación el hueso comienza a crecer. Al producirse continuadamente el hueso puede llegar a rodear el disco fusionando varias vértebras. ¿Cuál es la causa de la espondilitis anquilosante? Se desconocen las causas de la espondilitis anquilosante aunque se están realizando estudios para relacionar la aparición de la espondilitis con la genética. La enfermedad comienza generalmente a partir de los 20 años afectando en su mayoría a hombres. ¿Cuáles son los síntomas de la espondilitis anquilosante? El síntoma principal de la espondilitis es el dolor de lumbago. Este dolor se incrementa por la noche cuando el cuerpo está en reposo y mejora cuando realizamos ejercicio. El dolor comienza generalmente en la articulación sacroilíaca, entre la pelvis y la columna, pero con el tiempo puede afectar a toda la columna y articulaciones periféricas. Otro de los síntomas de la espondilitis es la rigidez de la columna que en muchas ocasiones impide al paciente mantener la espalda completamente recta. Espondilitis Anquilosante Productos más vendidos en nuestra tienda de Faja Sacrolumbar Tratamientos Relacionados con Espondilitis anquilosante Unidad del Dolor En la Unidad del Dolor se estudian y valoran los problemas del dolor rebelde y los tratamientos específicos para cada caso. Tras realizar una historia clínica, exploración física y valoración de las pruebas complementarias se realiza un primer diagnóstico y se plantean las diferentes opciones terapéuticas. Cifoplastia: tratamiento mínimamente invasivo; fracturas y aplastamientos vertebrales Las fracturas o aplastamientos vertebrales pueden deberse a diferentes causas entre las que se encuentran la osteoporosis o la degeneración de los discos. Esto puede causar una cifosis, una malformación en la columna que puede provocar dolor. La cifoplastia resulta un tratamiento eficaz. Diatermia Profunda, Tecarterapia o Terapia Electromédica La tecarterapia hace que los tejidos blandos actúen desde el interior activando los mecanismos de defensa del cuerpo para tratar lesiones del aparato locomotor. Antiinflamatorios no esteroideos AINE Los antiinflamatorios no esteroideos se suelen emplear cuando una lesión presenta dolor e inflamación por presentar menos efectos secundarios. Cirugía Ortopédica o Traumatológica El objetivo principal de la cirugía traumatológica y ortopédica es dar soluciones a las lesiones y problemas del aparato locomotor, en aquello que afecte al paciente a nivel óseo, ligamentoso, articular, muscular y tendinoso. Infiltración de corticoides La infiltración con corticoides consiste en la introducción por vía intrarticular de una sustancia antiinflamatoria esteroidea para tratar una patología. La finalidad de la infiltración con corticoides es aliviar el dolor de la articulación y reducir la inflamación de la zona ocasionada por una lesión o enfermedad. Biomecánica del pie y estudio de la pisada Un estudio biomecánica de la pisada del deportista nos ayuda a entender cuáles son las zonas de mayor estrés en el pie, la rodilla y la cadera. Entender y corregir estos desequilibrios es fundamental para evitar lesiones durante la práctica deportiva.