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TRATAMIENTO QUIRÚRGICO Y MÉDICO DEL PARKINSON.


Los síntomas de la Enfermedad de Parkinson van a repercutir negativamente en la calidad de vida del paciente, además, desgraciadamente hoy en día no exixte una cura o remedio definitivo para el Párkinson, lo que si existe en la actualidad son tecnicas quirúgicas que buscan la mejora en la calidad de vida del paciente, en la actualidad se están utilizando técnicas reversibles y técnicas irreversibles, que vamos a tratar de describir brevemente en este texto. TÉCNICAS QUIRÚRGICAS IRREVERSIBLES. Este tipo de técnicas consisten en la lesión quirúrgica de ciertos núcleos del cerebro cuya función está alterada en la Enfermedad de Parkinson, reduciendo temblores excesivos, rigidez y discinesias importantes secundarias a la ingesta de Levodopa, con lo que se puede aumentar su dosis diaria. Dado que se trata de intervenciones muy agresivas cada vez se utilizan menos y, en la ctualidad, se encuentran practicamente en desuso. Algunos ejemplos de este tipo de cirugía son: Talamotomía, Palidotomía, Subtalamotomía. Se conoce como "Cirugía Estereotáxica". Criotalamotomía, esta intervención requiere la inserción quirúrgica de la punta de metal congelada de una sonda en el tálamo para destruir el área del cerebro que produce los temblores. Forma parte del grupo de la crioterapia, la crioterapia es el tratamiento mediante frio. Palidotomía en esta intervención se lesiona el área cerebral llamada globus pallidus. Algunos estudios indican que la palidotomía puede mejorar los síntomas del temblor, la rigidez y la bradicinesia, posiblemente interrumpiendo la senda neural entre el globus pallidus y el striatum o tálamo. TÉCNICAS QUIRÚRGICAS REVERSIBLES. Este tipo de intervenciones consisten en la estimulación eléctrica de los núcleos cerebrales que están alterados, esta estimulación eléctrica se consigue mediante la implantación de unos electrodos que al activarse en el interior del cerebro modulan y controlan los síntomas parkinsonianos, pero sin dañar o extirpar definitivamente un área cerebral. Esta técnica se conoce como “Estimulación Cerebral Profunda” A grandes rasgos, los mejores candidatos para estas técnicas neuroquirúrgicas son los siguientes, pero no debemos olvidar que hay que estudiar cada caso de manera individualizada. Pacientes jóvenes (menores de 70 años). Pacientes que presentan efectos secundarios de la Levodopa muy marcados, molestos e incapacitantes. Pacientes que ya no responden bien a la Levodopa. Enfermedad de Parkinson típica, no parkinsonismos. Pacientes sque no presentan problemas cardíacos ni antecedentes vasculares. Pacientes en los que no exista RMN, TAC... patológico que sugieran procesos expansivos (tumores) o circulatorios (isquemias). Pacientes sin demencia ni trastornos psiquiátricos. Siempre que la intervención sea bien aceptada por el paciente y su familia. Injertos cerebrales: Actualmente se investiga sobre implantación de células madre, del globo carotídeo del propio paciente, de células de la glándula suprarrenal..., que son células productoras de dopamina. Estas técnicas están en fase experimental de desarrollo. TRATAMIENTOS FARMACOLÓGICOS. Medicamentos basados en la dopamina La utilización a partir de los años 60 de Levodopa (sustancia que se transforma en Dopamina una vez llega al cerebro) significó un gran avance en el tratamiento de la Enfermedad de Parkinson ya que la dopamina no puede traspasar la barrera hemoatoencefálica. Las medicinas que aportan Levodopa al organismo mejoran todos los síntomas, ya que tienen la virtud de suplir el déficit del neurotransmisor Dopamina que padecen estos enfermos. Se suele añadir a la Levodopa otra sustancia, unas veces Carbidopa y otras veces Benserazida, para que la eficacia de la Levodopa sea mayor al evitar perderse Levodopa fuera del cerebro. La levodopa retrasa el inicio de los síntomas y prolonga un nivel óptimo de calidad de vida. La bradicinesia y la rigidez responden mejor a la levodopa, mientras que el temblor puede reducirse sólo marginalmente. Los problemas como el equilibrio y otros síntomas pueden no aliviarse en absoluto. Sus efectos secundarios más comunes son : hipotensión, náuseas y vómitos, temblor paradójico, depresión, insomnio, psicosis tóxica (delirios, alucinaciones, confusión), estreñimiento, hipo, edema... Agonistas dopaminérgicos Son medicamentos que actúan potenciando los efectos de la Levodopa, por lo que si se asocian ambos fármacos existirá igual eficacia con menos cantidad de Levodopa, y por lo tanto van a disminuir los efectos secundarios de la Levodopa. Los efectos secundarios propios, son los mismos que los producidos por la Levodopa. Otros medicamentos antiparkinsonianos IMAO-B o Selegilina: Inhiben una enzima llamada mono-amino-oxidasa que degrada la dopamina, por lo que mantiene activo el neurotransmisor más tiempo en el cerebro. En ocasiones, se utiliza como tratamiento único al inicio de la enfermedad, con el objetivo de retrasar la introducción de la Levodopa. Sus efectos positivos sobre los síntomas parkinsonianos son sólo moderados, pero se le atribuye un efecto neuroprotector que retrasaría teóricamente el desarrollo de la enfermedad al evitar la muerte celular. Muestra propiedades ligeramente euforizantes y antidepresivas. Cuando la selegilina se administra con levodopa, parece aumentar y prolongar la respuesta a la levodopa y por tanto puede reducir las fluctuaciones de pérdida de efecto. Entre sus efectos secundarios encontramos náuseas, hipotensión ortostática e insomnio (cuando se toma en una hora avanzada del día). ICOMT. Bloquean la enzima catecol-o-metil-transferasa cuya función también, es la degradación de la dopamina. No tiene efectos sola, hay siempre que administrarla junto a la Levodopa. Mejora sensiblemente los síntomas antiparkinsonianos, lo que permite reducir a veces notablemente la dosis diaria de Levodopa. Amantadina: Se trata de un antiguo fármaco antiviral, que se le descubrió que tenía un discreto efecto antiparkinsoniano, y un llamativo efecto reductor de las molestas discinesias (movimientos anormales e involuntarios). A menudo, se toma sólo en etapas iniciales de la enfermedad o acompañado del medicamento anticolinérgico o la levodopa. Tras unos meses, la eficacia de la amantadina desaparece en la un importante grupo de pacientes, su eficacia puede volver despues de un descanso en su administración. Entre los efectos secundarios se cuentan las manchas n la piel, edema, confusión, visión borrosa y depresión. Medicamentos anticolinérgicos Es un grupo de medicamentos cada vez menos usados. Estos inhiben la actividad de la Acetilcolina, neurotransmisor cuyos efectos son opuestos a la Dopamina. Tienen importante efecto sobre el temblor, pero su éxito es reducido en sobre la rigidez y la bradicinesia. Los numerosos efectos secundarios hacen que no sea el medicamento de elección, especialmente en los ancianos: visión borrosa, estreñimiento, pérdida de memoria, sequedad de boca, ginecomastia, edema... Son especialmente útiles en reducir el parkinsonismo inducido por el uso de droga.

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